domingo, 30 de octubre de 2011

Dónde está Cenicienta?

No es una instalación, les aseguro. Iba caminando y lo ví. En una vereda, perdido zapato y expuesto para ser encontrado? Así es Buenos Aires de insólita y precisa, así es cualquier ciudad que se precie de ser mujer caminada, recorrida, con andar descalzo y sentido, para dejar huellas profundas en la piel o en el empedrado, planta a planta. Juego, como siempre a dar un nombre a las cosas: “abandono”, “me perdí”, “busco a mi par”, “dónde está Cenicienta?”, “recorridos rengos”,”la pisada”, “casa de gato”, “no me mees”, jaja, lo peor es que pasé por ahí seis meses después y el zapato sigue igual, misma posición, lo que bien podría titularse “aún espero” o “persitencia”.